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La sexualidad es un aspecto integral de los humanos, por ello los jóvenes tienen el derecho a recibir una información fiable, científica y completa sobre el área sexual. Todos tenemos derecho a la educación sexual de calidad, por ello en este post tratamos de explicar los conceptos y nociones básicas en educación sexual y sexualidad. ¡Y no sólo eso! También te ofrecemos una amplia oferta de cursos y másteres con los que profesionalizarte en sexología o terapia de pareja. ¿Quieres saber más sobre ello?
¡Sigue leyendo!
La sexualidad es el conjunto de características físicas y psicológicas dadas a la hora de definir cada sexo. Dicha palabra se entiende también como una referencia al apetito sexual y las conductas y emociones que se le asocian. La educación en sexualidad en edades tempranas es vital para el correcto desarrollo de la persona. Por tanto, el derecho a la educación sexual es innegable a la hora de aprender los aspectos esenciales y saber transmitir esta información. ¿Estás interesado/a en este ámbito?
¡Hablemos sobre educación sexual!
La educación sexual es una enseñanza de alta calidad y el aprendizaje de una amplia variedad de temas relacionados con el sexo y la sexualidad. A través de la educación sexual se exploran valores y creencias sobre estos temas y se obtienen las herramientas necesarias para manejar las relaciones y nuestra propia salud sexual. Y puede darse en las escuelas, en lugares comunitarios, entre otros.
Esta educación se ha convertido en un aspecto de suma importancia en el sistema educativo y debe impartirse de manera obligatoria en todos los centros educativos. Sin embargo, muchas personas todavía no conocen por qué es importante la educación sexual, bien sea porque había un tabú al respecto de este tema, o porque no les han hablado de sexualidad en el aula.
Los jóvenes tienen derecho a la educación sexual integral con el fin de dar a conocer la sexualidad humana y ayudar en temas como la orientación sexual.
La educación sexual integral se refiere a programas educativos que van desde preescolar hasta el Grado, y cubren una amplia variedad de temas relacionados con:
Como hemos mencionado, la educación sexual es un derecho de los chicos y chicas de todas las escuelas. Esta comprende información científicamente precisa sobre desarrollo humano, anatomía y salud reproductiva, así como información sobre anticoncepción, parto e infecciones de transmisión sexual (ITS), entre ellas el VIH. Y va más allá de la información al ayudar a las y los jóvenes a explorar y cultivar valores positivos en torno a su salud y derechos sexuales y reproductivos.
Además, este tipo de educación abarca análisis de la vida familiar y las relaciones, la cultura y los roles de género, además de abordar los derechos humanos, la igualdad de género, la autonomía corporal y amenazas tales como la discriminación y el abuso y la violencia sexuales.
En definitiva, los programas en educación sexual ayudan a los jóvenes a desarrollar la autoestima y prepararse para la vida, así como estimular el pensamiento crítico, la comunicación clara, la toma de decisiones responsables y el comportamiento respetuoso y empático.
Según la Guía Técnica Internacional sobre Educación Sexual, la educación sexual integral debe ser:
La educación sexual integral también recibe otros nombres, como educación de preparación para la vida, educación sobre sexualidad con enfoque holístico, educación sobre la vida familia, estilo de vida saludable o educación sobre el VIH. Pero independientemente de cómo se denomine, incentiva a los jóvenes a conocer, exigir y proteger sus derechos. De hecho, tiene tal importancia que ha sido reconocida por numerosos acuerdos internacionales, entre ellos la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y la Declaración Política sobre el VIH y el sida.
Los tiempos han cambiado, actualmente los proyectos de vida de las personas ya no tienen por qué girar en torno a la creación de una familia. Además, los métodos anticonceptivos permiten elegir si queremos o no tener hijos, y en caso, de quererlos, cuántos y cuándo hacerlo.
Aunque es importante saber que no existe el anticonceptivo cuya fiabilidad sea del 100%. Es por eso que se debe acudir a un médico para elegir el método más adecuado al estado de salud y etapa de la vida fértil. Y los más recomendados son las pastillas (bajo receta médica) y los preservativos, que además protegen de las ETS.
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) normalmente son transmitidas durante las relaciones sexuales. Pueden afectarnos repetidamente y causar consecuencias graves y/o permanentes (ceguera, infertilidad…). Las mujeres y los recién nacidos son los más vulnerables.
El 85% de los casos aparecen entre los 15 y los 30 años. Algunas de las más comunes son la gonorrea (contagiada por contacto sexual), la sífilis (que se contagia por contacto sexual o por la placenta al feto) o el Síndrome de Inmunodeficiencia Humana, conocido como SIDA (contagiado por mantener relaciones sexuales sin preservativo con personas contagiadas o por compartir agujas y jeringuillas contaminadas).
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